Noche oscura del alma

Soy consciente de que a lo largo de mi vida he transitado por muchas vidas. Y de que, en algún lugar de mi psique, o de mi alma, me he propuesto muchos proyectos de vida en “esta vida”.

La realidad es que, a mis años, he pasado por muchas fases vitales, personales y profesionales, a través de las cuales: he manifestado muchos de mis talentos, he desarrollado mis fortalezas y he dejado al descubierto muchas de mis debilidades.

Desde hace mucho me considero una simple “Aprendiz de Vida”.

En la actualidad, soy plenamente consciente de que, en este proceso de “Aprender a Vivir” necesito “cambiar de fase”.

Es como en los videojuegos: no pasas de fase si no consigues superar ciertos obstáculos, adquirir ciertas habilidades, o descubrir nuevas posibilidades.

Se donde quiero ir.

Se para qué quiero ir.

Sé cómo quiero ir.

Pero no acabo de ir.

Consciente de todos los “peros” que me mantienen atrapada en el pasado y que me impiden el cambio.

Y ha pasado ya un año en el que transito por esta situación.

Y, posiblemente, cuando me leas, será porque ya estoy en el camino de la transformación.

De hecho: ahora, con mis bloqueos y mis limitaciones, también estoy en el camino de mi transformación.

Cuando uno vive desde la consciencia, aunque esté atravesando un túnel, está en el camino de la transformación.

Los místicos, como San Juan de la Cruz,  lo han llamado “la noche oscura del alma”

Acepto que hace más de un año estoy atravesando “la noche oscura del alma”. O puede que sea como la experiencia del santo Job, repitiéndose en el tiempo.

Pero se que, aun en la oscuridad, el camino es aceptar la realidad (en este caso la oscuridad); y, a pesar de la oscuridad, avanzar.

Acepto que mi túnel personal es parte de mi aprendizaje vital.

Comprendo que todo lo que yo sea capaz de vivir desde la conciencia, desde la aceptación, desde la humildad y desde el permiso hacia el cambio, me ayudará, no solo a salir de este túnel, sino a ayudar a otros a ser capaces de recorrer el mismo camino.

Comparto todo esto contigo para que sepas que yo también soy una transeúnte de la vida; y que avanzo como puedo, aún en la oscuridad, con toda mi luz y con toda mi sombra, hacia donde mi Ser Interno me guía.

Quiero decirte

Que SOY y ESTOY conmigo y contigo.

Una caminante del camino.

Dispuesta a acompañarme y acompañarte

Quizás estés buscando una “gurú” que te ofrezca mágicamente “EL CAMINO” o el MILAGRO.

Muchos podrán decirte que son SON EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA

Que son la SOLUCIÓN PARA TI.

Por mi parte, me atrevo a proponerte, invitarte, animarte, provocarte, inspirarte…, a que te decidas a poner los medios necesarios para transitar desde el lugar de sufrimiento (grande o pequeño) en el que te encuentras (sufrimiento= a: desconcierto, pérdida, desorientación, desilusión, desesperanza, tristeza, rabia, rechazo, miedo… o como lo quieras adjetivar); y que seas capaz de moverte hacia un lugar de paz, de bienestar, de alegría, de gratitud, de confianza,de satisfacción, de realización, de energía, de amor…

Por mi parte, me ofrezco a ser parte de ese camino de transformación. ¿Cómo?:

Escuchando, comprendiendo, empatizando.

Acompañando, apoyando, inspirando.

Animándote a que emprendas el camino, el que sea, el que tu necesites en estos momentos.

Poniendo luz, claridad y energía, para que seas capaz de definir el puerto hacia el que quieres ir.

 Colaborando contigo para que asumas la responsabilidad de tu vida, pasada, presente y futura. Poniendo perdón en todo tu pasado. Liberando las culpas y asumiendo la capacidad para el cambio.

Guiándote para que encuentres el origen de tu sufrimiento, tomes conciencia de él, lo aceptes, lo liberes y lo transformes.

  Enseñándote herramientas de autoayuda, para que avancemos más rápido en el proceso terapéutico y para que, una vez finalizada la terapia, seas autónomo mental, emocional y anímicamente; capaz de ser tu propio guía,  en el proceso cambiante y siempre desafiante de la vida.