La rehabilitación del alma

De igual modo que necesitamos “rehabilitación física” cuando hemos pasado por un trauma físico (como puede ser tras una cirugía grave o un periodo largo de inmovilidad por la fractura de un hueso principal); así también necesitamos de “Rehabilitación psíquica” después de haber “sufrido” un trauma severo que nos ha mantenido “inmovilizados” durante mucho tiempo.

Al igual que sucede en el caso de las enfermedades físicas severas, incluso después de haber “sanado”, después de habernos liberado de las causas de nuestro sufrimiento, es preciso “mover” lo que estuvo bloqueado, recuperar las funciones perdidas y reaprender nuevos hábitos de salud psíquica que sustituyan a los antiguos hábitos de sufrimiento. 

Podemos mencionar algunos aspectos importantes a desarrollar para proyectarnos hacia el futuro deseado:

Recuperar los talentos bloqueados.

Desarrollar nuevas fortalezas:

Recuperar la autoestima perdida o nivelar la respuesta narcisista compensadora.

Aprender a pensar bien.

Aprender a gestionar nuestras emociones.

Aprender a ser asertivos de una forma amorosa.

Aprender a saber lo que queremos para nuestra vida y diseñar una ruta hacia nuestros sueños.

Aprender a PERMITIRNOS SER QUIENES SOMOS y  vivir vida como expresión genuina de quienes somos.